La lista de no propósitos

0
119

¿Ya has decidido en qué no vas a invertir tu energía este año? La lista de no propósitos te ayudará a poner más foco en lo verdaderamente importante.

Cuando se acerca final de año o inicio de curso muchas personas empezamos a sentir la necesidad de pensar en “qué viene ahora”. Tenemos ganas de fijarnos propósitos, de plantear nuevos hábitos, objetivos y demás, pero ¿qué resultado hemos obtenido hasta ahora de las típicas listas interminables de propósitos?

Este año, la mejor recomendación que te puedo dar para empezar a conseguir tus objetivos es que empieces con acciones diferentes que, al menos, te acerquen a resultados diferentes.

A estas alturas de la vida ya sabemos que si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos lo mismo, así que esta idea no es problema. El reto viene en tirar de flexibilidad y confianza para soltar creencias obsoletas y probar nuevos caminos.

Básicamente necesitamos creer que un nuevo camino es posible para poder trabajar en ello y comprobar si se podía o no. Si no creemos que actuar de forma diferente nos puede traer diferentes resultados, directamente no lo vamos a intentar y ¡adivina qué! No vamos a obtener diferentes resultados.

Las listas de propósitos no funcionan

Por muchas razones: no están depuradas, tendemos a listar más objetivos de los que realmente podemos encajar en nuestra vida, muchas veces los objetivos que apuntamos ni siquiera son nuestros, etc.

Pero si hay una razón protagonista por las que este tipo de listas no funcionan es porque “querer algo no implica querer lo que hay que hacer para llegar a ello”. Y como hacer una lista es muy fácil, tendemos a meter absolutamente todo lo que se nos pasa por la cabeza, todo lo que suena bien va a la lista, independientemente de si estamos realmente dispuestas a trabajar por ello o no.

Entonces, ¿ya no podemos hacer lista de deseos?

Una tradición preciosa de fin o principios de año es hacer una lista de deseos que tenemos para el nuevo ciclo. A veces hacemos una lista y la quemamos, otras veces la metemos en la copa de champán o la guardamos con un amuleto, o incluso se pueden hacer rituales de luna llena o luna nueva.

Este tipo de listas de deseos son maravillosas como forma de “atraer” determinado tipo de energías, pero no debemos confundirlas con las listas de objetivos porque deseo y objetivo no es lo mismo: un deseo o anhelo es algo que nos gustaría tener, lograr o vivir. Un objetivo es algo por lo que vamos a trabajar de manera efectiva.

Entonces, se puede tener el anhelo de leer más y, sin embargo, tener cero intención de hacer algo para lograrlo. Se puede tener el deseo de ir a Egipto algún día y que no aparezca en ningún sitio como prioridad.

Podemos anhelar un bolso de determinada marca y que no entre en nuestros planes comprarlos porque nuestros valores no están alineados con gastar un sueldo en un bolso –nada en contra de los bolsos caros, dicho sea de paso, a mí me encantan-.

Y teniendo todo esto en cuenta, se puede hacer lista de deseos y también de objetivos, siempre entendiendo que son cosas diferentes y que los segundos requieren acción por nuestra parte.

Ejercicio: Lista de No Propósitos

Te decía que la mejor recomendación que te puedo dar es hacer una lista de No Propósitos y es que creo firmemente que es uno de los mejores ejercicios que se puede hacer en esta época del año –o cuando empezamos una nueva etapa o nuevo ciclo-.

Las actividades que hacemos en la escuela se complementan unas a otras y con ello se obtiene un trabajo completo con resultados transformadores, sin embargo, este ejercicio que planteo profundamente liberador en sí mismo.

Para hacer tu lista de No Propósitos necesitas traer a tu mente todos los objetivos por los que no vas a trabajar. Dejarlos en el papel te va a ayudar a sacarlos de tu foco, podrás soltarlos y liberarte de la carga que supone tenerlos como “posibilidad” constantemente.

Y cuando tengas tu lista, te animo a escribir la frase “Este año no voy a invertir mi energía en…” completándola con todos tus No Propósitos.