La llegada del verano es un llamado inminente para refrescar nuestro bronceado o, si desde tus últimas vacaciones este ya se ha desvanecido, para imprimirle más color y glow a nuestra piel. Ahora bien, e introduciendo un tono más banal, ¿no es terrible cuando después de tomar el sol bajo todas las precauciones posibles y dorar tu piel, tu bronceado se esfuma al par de semanas de volver a casa?
Queremos que ese color, si bien es estacional, permanezca el mayor tiempo posible como recordatorio del buen tiempo que hemos disfrutado, pero también porque sabemos que un bronceado sano puede estilizar la figura, y quién no quiere eso. Además, que creemos firmemente que todos nuestros looks de verano destacarán mucho más con la piel besada por el sol.
En ese caso nos preguntamos si hay algo que podamos hacer para que nuestro bronceado dure más, además de no cometer estos errores de belleza, así que hemos recopilado otros tips valiosísimos que te ayudarán a que el moreno brillante de tu piel no se vaya tan pronto como de costumbre.
¡Prepárate!
Al igual que cuando viajas fuera de tu país y debes asegurarte de cambiar las divisas con antelación, debes planificar con anticipación tu bronceado. ‘Para los días previos al bronceado, debes mantener tu piel extremadamente hidratada’, dice Camila Pierotti, socia fundadora y líder de innovación de productos en Sol de Janeiro. Por lo que también es clave exfoliarte antes, para eliminar las células de la superficie opacas y resecas y tener una superficie uniforme para el bronceado que se avecina.
Mucho betacaroteno
Varios estudios han demostrado que una dieta rica en betacarotenos (un tipo de pigmento rojo anaranjado y fuente de vitamina A) puede recrear el brillo de la piel bronceada por el sol, desde adentro. Las mejores fuentes naturales de este son las batatas, los albaricoques, los mangos y, especialmente, las zanahorias. Así que asegúrate de, semanas o días antes de irte de viaje, agregar estos alimentos en tus comidas (si es que ya no lo haces) y también de comer estas frutas y verduras de colores brillantes durante tus vacaciones.
Hidrátate. Por dentro y por fuera
La clave para hacer que su bronceado dure más tiempo es la hidratación. Por un lado aplicándote cremas corporales ricas, aceites sedosos y lociones con infusión de ácido hialurónico que realmente alimenten tu piel. ‘Mantén siempre la piel extra hidratada antes, durante y después del bronceado’, dice Pierotti, ‘porque el sol reseca tu piel’. Las lociones after-sun son excelentes para darle a la piel reseca por el sol una dosis de hidratación saludable, así que sigue aplicándola a diario una vez que estés en casa.
Por el otro está el truco infalible de belleza: beber agua. Este líquido vital puede prolongar la longevidad de tu bronceado, manteniendo la piel sana, flexible y, lo que es más importante, hidratada, así que asegúrete de consumir, aproximadamente, 2 litros de agua al día.
Quizá no sea fácil, pero lo mejor son las duchas de agua fría
Ducharse con agua caliente puede despojar a la piel de sus aceites naturales y hacer que se seque. Y todos sabemos que la piel seca equivale a bronceado escamoso. Así que si quieres mantener el moreno de la playa es preferible que la temperatura de la ducha se mantenga baja para prolongar la vida de tu bronceado.
Estimula tu glow
Si sientes que tu bronceado ha perdido su brillo, prueba a usar una loción corporal o un aceite iluminador para darle a tu cuerpo un impulso instantáneo de luminosidad. Este truco va de crear un ritual simple, pero con el que deberás ser constante, apostando por un bronceado gradual, gracias a esa loción corporal, que de forma sutil realzará tu color sin lucir exagerado.
